Cambios

"Somos los únicos que podemos producir cambios en nuestras vidas, para bien o para mal"—Solimán

Nadie ha dicho que la vida es fácil. Nadie ha dicho que podemos alcanzar nuestras metas sin luchar por ellas. La lucha por la supervivencia es difícil, pero tiene sus recompensas. Nuestra felicidad depende de ello. Cada día es una oportunidad para esa lucha y con cada esfuerzo, con cada obstáculo que superamos podemos hallar la felicidad y al mismo tiempo realizar nuestras metas. Algunas veces llegamos a pensar que somos nada; que nada de lo que hacemos en la vida es importante; que estamos en este mundo sin propósito alguno. Sin embargo, estamos equivocados cuando pensamos de esa manera. Dios nos otorgó la vida para ser felices, no para sufrir. Él nos concedió los instrumentos necesarios para lograr todas nuestras metas y para ser felices. Nosotros somos los que olvidamos eso y por la misma razón caemos en la desesperación. ¿Quién puede corregirlo? Somos los únicos que podemos corregirlo. Los únicos que podemos cambiar nuestras circunstancias. Nadie lo puede hacer por nosotros.

Para comenzar, pensemos en todas las cosas buenas que tenemos con nosotros: Capacidad para razonar, cinco sentidos para percibir el mundo que nos rodea, nuestra familia, nuestras amistades, nuestra buena salud, nuestra libertad individual para pensar y para actuar y tantas otras cosas que con frecuencia olvidamos y que hacen nuestra vida más interesante. Si tomamos unos pocos minutos de cada día para reflexionar acerca de todas las cosas positivas que nos rodean y que siempre están con nosotros, estaremos en capacidad de apreciarlas y de ser más felices.

La felicidad no es reír todo el tiempo. La felicidad está en superar las dificultades de cada día. Podemos ser felices superando nuestras problemas cotidianos;, ayudando a nuestros semejantes; preparando el camino para los que vienen; contemplando la naturaleza; compartiendo lo que tenemos física y espiritualmente con los demás; identificándonos con Dios y con este universo maravilloso; escuchando una melodía; leyendo un poema que pueda impresionar nuestra sensibilidad artística; realizando algún trabajo manual y tantas otras cosas más. La vida es el don más precioso que tenemos con nosotros y con ella podemos realizar lo que nos propongamos. La oportunidad para ser felices está ahí, muy cerca de nosotros. Si realmente deseamos ser felices, nada ni nadie podrá detenernos en el logro de esa meta.

"La felicidad está conmigo todos los días"